Morelia, Mich., 16 de agosto del 2012.- A partir de la premisa “Luz y volumen” artistas locales desarrollaron una charla enmarcada dentro del ciclo Diálogos Intergeneracionales en un espacio de análisis para comprender la escultura y la fotografía artística actual.
El Museo de Arte Contemporáneo “Alfredo Zalce” (MACAZ), y la colección de obras que expone sobre la Cronografía Visual en Michoacán, fueron referente del tema abordado por el escultor Cuauhtémoc Castañeda y los fotógrafos Ricardo Zambrano Escutia, Guillermo Wusterhaus y Stanley Schumaker.
La fotografía como una derivación de las artes visuales, su posibilidad como obra de arte y su función social, fueron parte de los cuestionamientos planteados por el moderador Iván Olguín Sarabia, Jefe el Centro de Documentación e Investigación de Las Artes de la Secretaría de Cultura de Michoacán (SECUM), para conducir el diálogo.
La diversidad de opiniones enriqueció el encuentro de los artistas visuales con el público asistente a la sala 6 del MACAZ la noche de este jueves, para interactuar con los expertos y conocer más sobre su quehacer y el arte visual contemporáneo michoacano.
Los creadores mantienen un compromiso para atender la problemática social desde su trinchera artística, sin embargo, más que una propuesta estética, la obra grita lo que siente su autor y desea dar a conocer, estimó Castañeda. “Como creador me afecta lo que vivo con la sociedad, pero mi obra no se basa en eso nada más. Me formé en un taller donde aprendí las técnicas de la escultura y a fundir, pero es más importante no perder nunca la creatividad, eso nos mantiene vivos”.
Consideró que al igual que en otras disciplinas, “la forma de hacer escultura ha cambiado” en nuestra época, “se puede trabajar en distintos materiales no convencionales y eso la enriquece mucho”, acotó.
Dentro de la escultura, aseveró, “existe un volumen interior”, y este se ve reflejado en lo que el artista siente, “ahí refleja sus emociones”, por eso se definen las formas, “y es más difícil manejar la escultura de cuerpo humano”, compartió.
Respecto a la fotografía, se habló de un descuido hacia la experiencia estética experimentado por muchos de sus exponentes contemporáneos. En palabras de Zambrano, se dejó de lado “armar un argumento para enfrentar el reto de la creación, hoy se copian elementos extranjeros”. En el mismo sentido, Stanley consideró: “Parece que hoy cualquiera puede ser fotógrafo, gracias a las cámaras digitales se abre esa oportunidad”, abriendo el debate hacia la pérdida de identidad en los autores y la carencia de valor tangible en las imágenes distribuidas en las redes sociales.
Ante lo que semeja la supremacía de la cultura digital por encima del trabajo fotográfico tradicional, se exige valorar el factor de la calidad, apuntaron, sobre todo en un entorno donde el ser humano vive sobresaturado de imágenes.
El fotoperiodista Wusterhaus convocó a las generaciones jóvenes de fotógrafos a rescatar el legado fotográfico heredado de décadas anteriores en la entidad. Señaló la falta de archivos fotográficos en los últimos 50 años, “no hay una enseñanza en las muestras, es necesario construir la retrospectiva de la fotografía local”.
Para cerrar la actividad, se dio paso a una ronda de participaciones orales por parte de los asistentes, quienes más que preguntas, expusieron sus reflexiones sobre la temática discutida y hasta develaron algunas de sus experiencias en las artes visuales.
Los funcionarios de SECUM, encabezados por el director del MACAZ y anfitrión del ciclo de charlas, Mizraím Cárdenas, se congratularon por la aceptación lograda con esta convocatoria para acudir a presenciar las ponencias donde, además de instruir sobre el arte, también se analizó sus alcances desde todas sus aristas.