Morelia, Mich., 16 de enero de 2013.-Con la mesa de charla “Zalce sin fronteras” a cargo de Alberto Híjar Serrano y Beatriz Zalce Deguerriff, continuaron las actividades en el marco del natalicio y fallecimiento del artista michoacano Alfredo Zalce Torres. Reunidos en el auditorio del Centro Cultural Clavijero el crítico de arte y la hija del maestro plástico homenajeado compartieron aspectos de la vida y obra de quien consideraron fue un artista completo y un transgresor estético y político inigualable.
Al conmemorar los 10 años de la muerte de su padre, Beatriz Zalce lo recordó como un “impresionista mexicano”, dueño de un estilo único y muy hábil en el manejo de todas las técnicas posibles para comunicar a través de las artes plásticas. “Ese hombre –nacido en Michoacán- llegó de la Ciudad de México a Uruapan en 1949 y luego, a Morelia en 1950 donde se quedó a vivir. Tuvo mala suerte con sus murales, o por la censura o por la humedad. Pero siempre hizo un arte útil en esa época y para crear prefería encerrarse a trabajar en su estudio”, compartió con el público asistente.
De acuerdo con palabras de Alberto Híjar “el gran mérito de Zalce es trasgredir las fronteras en todos sentidos”, fue dueño de todas las vías, métodos y recursos pictóricos para generar sus obras, superó una tradición académica de usar un solo estilo y “se apropió de las vanguardias de todas partes para hacer otras cosas”, diferentes a sus contemporáneos.
Zalce perteneció a la segunda generación de muralistas en México, manifestó el ponente invitado, la de “las historias del arte mexicano”, aquella que promovió misiones culturales sin el sello vasconceliano sino con un espíritu de brigada de lucha contra el caciquismo y a favor de la salud de la población desprotegida. Fue un trabajador de la cultura desde el arte y desde su crítica social cargada de ironía y sarcasmo como recursos visuales, evaluó; y colocar la ironía y el sarcasmo en sus cuadros se convirtió en una necesidad estética, agregó, al referir obras como “Los abogados” donde hombres vestidos de traje pasan por encima de gente que semeja ser de origen muy pobre.
Como conclusiones a la charla, los ponentes coincidieron que el arte contemporáneo exige una necesidad de “construir un sujeto social pleno trasformador de las cosas con cierto conocimiento histórico necesario”, citaron piezas de la creación individual tan prolífica de Zalce al interior de su taller instalado en Morelia y de su trabajo colectivo. Hoy, la herencia plástica que dejó Alfredo Zalce a sus alumnos, está siendo transmitida a una nueva generación de artistas jóvenes michoacanos, gracias a su legado.
Beatriz Zalce estudió una carrera en Periodismo y Comunicación Colectiva en la Escuela Nacional de Estudios Profesionales de Acatlán, es profesora de la escuela “Carlos Septién” y durante más de una década escribió en la sección cultural del periódico “El Financiero”. Actualmente forma parte del equipo de trabajo de la revista “Desinformémonos”; es promotora de la obra plástica de su padre y representante de la Fundación instaurada en honor al maestro.
Alberto Híjar es químico y filósofo por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), periodista en medios nacionales y extranjeros y un activista social. Sus textos sobre estética, política e historia universal entre otros, han sido publicados en Latinoamérica y algunos países de Europa.