Morelia, Michoacán, 15 de mayo de 2024.- Para la maestra Viviana Pintor, sus alumnas y alumnos del taller de danza terapéutica de la Casa de la Cultura de Morelia le han transformado sus días, pues gracias a su arte de enseñar de la mano con sus estudiantes, ha construido un espacio donde la libertad de poder ser quienes son, es lo más importante.
Son jóvenes con síndrome de Down, trastorno del espectro autista y personas con discapacidad visual y auditiva, quienes bailan, saltan y ríen con la danza terapéutica aplicada al folclore que la maestra imparte en el recinto de la Secretaría de Cultura de Michoacán (Secum), hace poco más de un año.
“Ellos se sienten muy contentos. Siempre llegan emocionados; se abrazan, me abrazan, lloran de lo emocionados que vienen”, comparte con alegría minutos antes de su clase, en la que se encarga de brindar ejercicios de coordinación motora, para estimular la confianza en sí mismos, la sensibilidad y la libertad de expresión.
“Para mí es mucha emoción. Me llena estar con ellos porque hasta para mí siento que es terapéutico, porque cuando trabajo con ellos, cuando platico, cuando convivo, cuando bailo, se nos permite ser lo que queramos; podemos ser un pollo, un pato y sin temor a que nos juzguen”, comenta.
En el marco del Día de la maestra y del maestro, Viviana Pintor felicita a quienes se dedican a la labor docente, especialmente en el ámbito artístico, como sus compañeras y compañeros de la Casa de la Cultura, a quienes llamó a disfrutar su trabajo y contagiar de ese entusiasmo a las y los alumnos.