Inician actividades de la Primera Residencia Literaria de No-Ficción en el marco de la 8º Feria Nacional del Libro Michoacán 2015

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Con el propósito de ofrecer oportunidades de intercambio de experiencias a los escritores con trayectoria en el género de la narrativa, que residen en la entidad y en reconocimiento a su labor, la Secretaría de Cultura de Michoacán emitió la convocatoria de la primera residencia literaria “Residencia No-Ficción”, cuyos trabajos darán como resultado una plaquette que se presentará en el marco de la Feria Nacional del Libro Michoacán 2015 que tendrá lugar del 20 al 29 de marzo en instalaciones del Centro de Información, Arte y Cultura de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo.

 

Iniciada hoy 16 de febrero en la Hacienda Porumbo, en Erongarícuaro, y con la asistencia de Eduardo Andrés Pérez Arroyo, Carlos Ernesto Higuera Ramos, Raúl Casamadrid y José Ramón Méndez Estrada, dicha actividad es impartida por el escritor mexicano Fernando Lobo y culminará el próximo 21 de febrero, bajo la coordinación de la Dirección de Formación y Educación de la dependencia estatal.

 

Eréndira Herrejón Rentería, titular de dicha área, indicó que la convocatoria estuvo dirigida a escritores ya consolidados, quienes en esta ocasión tendrán la posibilidad de intercambiar impresiones con Fernando Lobo, invitado directamente por la Secretaría de Cultura de Michoacán para ofrecer la residencia.

 

Autor del libro Traslados/El expediente Baunman, Lobo se ha dedicado durante los últimos años a impartir diversos talleres literarios de narrativa, actualmente vive en Oaxaca y ha sido invitado en diversas ediciones de la Feria del Libro de Michoacán.

 

En entrevista previa al inicio de actividades, Fernando Lobo explicó que antes que mostrar un camino en particular, él por su parte apostará por abordar la no-ficción, subgénero de la literatura narrativa.

 

Para tal efecto, lejos de querer ilustrar a los participantes, provocará en ellos una serie de cuestionamientos y crisis en cuanto a las relaciones que sostiene el narrador de ficción con la realidad, método que para él ha sido de utilidad para obtener una narrativa estructurada y sobre todo verosimil; a fin de que ambos, tanto el lector como el autor, crean en la veracidad de una obra.

 

Lobo indicó que las lecturas  de las cuales echará mano serán “La canción del verdugo”, del novelista Norman Mailer ganador del Premio Pulitzer; “Memorias de una madame americana” escrita por Nell Kimball, dueña de un burdel de San Luis Missouri a principios del siglo XX quien optó por la creación literaria para salir de un problema económico, y textos de Edward Bunker, un asaltante de banco, posteriormente guionista de Hollywood y asesor de cine sobre el mundo del delito y del crimen en Estados Unidos, quien a través de sus novelas ofrece algo  que podría ser inaccesible al lector: un asalto bancario o la vida al interior de un penal en los años 30´s.

 

Dichos ejercicios servirán para cuestionar la veracidad de autores quienes presumen, a través del uso de diferentes técnicas, que lo que cuentan pasó fielmente.

 

El tallerista, quien nació en la Ciudad de México en 1969 y cursó estudios de Letras Hispánicas en la Facultad de Filosofía y Letras de la  Universidad Nacional Autónoma de México,  considera que en este momento de la historia, del país y de las sociedades, la literatura nunca es inocente, y que siendo realista o no, está constantemente legitimando y omitiendo discursos, enfatizando ciertas cosas y ocultando otras.

 

Agregó que la literatura del siglo XIX habla de una época no sólo por lo que los escritores dicen, sino cómo lo dicen y lo que ocultan con base en sus valores e intereses.

 

Precisamente en otra parte de la residencia se dedicará tiempo al realismo del siglo XIX a partir del libro “Cultura e imperialismo” escrito por Edward Said, un teórico literario norteamericano-palestino. La obra muestra la culpabilidad que tiene la narrativa, es decir la novela realista, con las prácticas imperialistas de las grandes potencias europeas, cómo sirvió la literatura para entender la masacre, la barbarie y la guerra para, de cierto modo, justificarlas reproduciendo ciertos valores.

 

Dedicado a la formación de escritores y a promover sus primeros trabajos, Fernando Lobo expresó que reflexionar sobre la obra y su relación con el mundo en el que vive le ha permitido crecer como narrador. Opina que la literatura es testigo, acompaña pero también actúa; no es un testigo mudo pues también cacarea sus propios intereses, los intereses de la sociedad y de la cultura que construye junto con las personas.

 

De esta residencia espera encontrarse gente conectada con su mundo. Piensa que los problemas son semejantes en diferentes partes del país y que la literatura se involucra con los cismas, las crisis, las transformaciones y la violencia.

 

En cuanto a las dinámicas de trabajo al interior de la residencia, indicó que en una primera etapa se dará lectura a diversos textos para dar paso a los escritores participantes a fin de trabajar en la corrección de sus textos.

 

Lejos de esperar a la inspiración, la cual a veces no llega, o a forzar a los asistentes a un horario para escribir, Fernando Lobo se inclina más por la idea del pensamiento y la resolución de problemas; esfuerzo intelectual y ejercicio que debe brindar soluciones ya que su oficio implica un trabajo cotidiano, por lo cual se traza una agenda.

 

Fernando Lobo fue becario en 2012 del Programa de Estímulos a la Creación y el Desarrollo Artístico del estado de Oaxaca.

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