Morelia, Mich., 07 de diciembre del 2012.-A pesar de la introducción de figurines de plástico y otros materiales producidos en serie, las piezas elaboradas con cera siguen siendo preferidas por muchos michoacanos para instalar los tradicionales nacimientos de la temporada navideña.
Así lo destacó el maestro Eugenio Calderón Orozco al ofrecer una charla sobre esta actividad que sobrevive en los talleres artesanales de Pátzcuaro y Morelia, principalmente. Ante el público asistente al Museo de Arte Colonial, habló sobre los antecedentes prehispánicos de la cerería, el uso que se le da a ésta durante la época colonial y, lo que se conoce hoy como la ceriescultura.
En este marco, se expuso demás un nacimiento con figuras de cera donde se observa las figuras humanas de José, María, los tres reyes magos y algunos pastores, las piezas de animales campiranos y de otros elementos de la naturaleza.
Durante un recorrido por la historia de la cerería en Michoacán, el historiador mostró un serie de imágenes proyectadas sobre los trabajos realizados por artistas representativos del estado. Entre éstos sobresalen Ceferino Alfaro y la familia Hidalgo encabezados por Juan y Luis, quienes dejaron magníficas obras, incluso muchas de ellas se encuentran en museos europeos. Este 2012, el Vaticano recibió como regalo un nacimiento michoacano y otro hecho de pasta de caña.
Las piezas de la época colonial forman parte de escenas de lo cotidiano, como son una boda, jugadores de cartas y un paisaje, hay otras de tipo popular como la figura de un vendedor de nieve, las mujeres indígenas y otros personajes comunes. De la época actual, son los nacimientos lo que ha permitido subsistir al arte de la cerería.
"Si se mantiene hasta nuestros días, a pesar de la influencia para adquirir otros hábitos de otras culturas, es porque aún encontramos cerca las materias primas para elabora las figuras de cera", argumentó el conferencista. "Debemos revalorar lo que es este arte, antes de introducir el plástico, se hacía figuras bellas de borregos, cactus, parte de la flora y fauna que teníamos".
En cada pieza confeccionada con cera como una figura humana, consideró, "va metido el trabajo y parte del alma del artista ya que son piezas incomparables con aquellas elaboradas en serie, por eso cada pieza tiene inmersa una parte del artista".
Lamentó que esta tradición se desplome ante la competencia comercial de productos similares más baratos. "Desgraciadamente los jóvenes piensan que este trabajo deja muchas ganancias, pero no, para hacer una pieza a veces se llevan de 2 a 3 días y el valor comercial es muy inferior al que ellos piensan obtener".
Los materiales que aún se utilizan para la cerería en Michoacán son la cera de abeja, goma de limón y tierra natural de distintos colores, entre otros.