Morelia, Mich., 25 de junio del 2013.-La obra “Noche sin luna” de la coreógrafa Celeste Laguna se presentó en una función de estreno dentro de la edición 2013 de la Muestra Estatal de Danza Contemporánea. El trabajo coreográfico basado en emociones ofrece al público una danza honesta, experimentada desde la percepción de sensaciones que dan color y ritmo a la existencia humana, encarnada por la figura de la bailarina Ema Lilia Hernández y con música interpretada en vivo por José Luis Pineda.
Momentos de angustia y de profunda soledad hasta llegar a la desesperación quedaron expuestos con los movimientos de la joven ejecutante en el Foro La Bodega. La búsqueda de identidad personal a través de los otros y la esperanza de alcanzar la luz que ilumine hasta las noches más oscuras, es el eje rector de la puesta del grupo Laguna.
Con una escenografía austera donde se observa únicamente una silla sobre la que la intérprete baila y el piano ubicado al fondo del escenario, se abordan distintas maneras de vivir las emociones de la ira, la tristeza y el dolor. La técnica de Ema Hernández, quien portó un vestido de color oscuro y falda amplia, invita a hablar con el cuerpo lo que no puede ser expresado con palabras; cada extremidad grita algo que el público recibe desde su experiencia emocional, porque desde el inicio de la trama se establece una conexión visceral con la audiencia.
Celeste Laguna Bonilla, directora del grupo indicó el mensaje de esta obra radica en motivar al público a crecer y salir de esos momentos de oscuridad que alguna vez llenan la vida de energía negativa. “Igual que la bailarina cada quien tenemos una danza diaria con nuestra experiencia de vida. Aquí se trata de hacer un reconocimiento sobre lo que ha pasado y lo que va a pasar en su vida. Cuando ella busca el contacto con el público es un reconocimiento de vernos en alguna cosa del otro, porque todos hemos pasado por experiencias similares…”, comentó.
El trabajo sonoro exhibido por Pineda también fue trascendente para compactar un ambiente de complicidad y dotar el escenario de notaciones melancólicas, muy tristes y transmitirlas al espectador para perforar sus fibras más sensibles y hacerlo vibrar. “Me gusta tomar lo que la música ofrece y lo que la danza tiene para llevar a la audiencia a un punto de conexión total. A partir de la danza nos comunicarnos con el ser humano para que éste se identifique y darle un mensaje de reflexión”.
La obra “Noche sin luna” comenzará una serie de presentaciones ante públicos específicos, “por el tema que trato pienso proyectarla ante grupos específicos, como pueden ser las prisiones…”, destacó Celeste Laguna y agregó “espero que puedan aplicar estas reflexiones en sus vidas”.